Cuidar los resultados

23 de abril de 20253 min de lectura

Esta semana se publicaba un nuevo artículo, más extenso de lo habitual, describiendo el proceso que llevó al traspaso de Luka Dončić y ofreciendo algunas explicaciones sobre sus consecuencias. Es baloncesto, no se trata de una empresa de producto digital, pero los deportes de equipo —al igual que el cine— son un buen sitio donde buscar referencias para entender numerosas claves de los equipos que crean productos digitales.

cover

En primer lugar, las cosas se han roto antes de romperse. Aunque la salida de Doncic se materializó el 2 de febrero de 2025, las relaciones venían deteriorándose desde el verano de 2023. Tu material no es el de una cadena de montaje. Un factor importante de ese material es la confianza y la química, que no se comportan como valores discretos, sino como un continuo que hay que cuidar periódicamente.

En segundo lugar, hay figuras que sostienen ese continuo, que hacen de conectores. La destitución en 2023 del director de salud y rendimiento generó desconfianza por la forma en la que se hizo —decisiones unilaterales sin comunicación—, pero también porque se interpretó como una forma de señalar problemas cuyo diagnóstico no era compartido, puesto que estaba desconectado de los resultados: a Doncic se le criticaba un problema de preparación física.

En tercer lugar, los resultados pueden estar más causados por una figura individual de lo que tú imaginas. No solo por la aportación de esa persona (puntos, rebotes, asistencias de Doncic), sino también por el pegamento que aporta al equipo. Parece que al general manager, Nico Harrison, se le fue atragantando que Doncic tomara decisiones como respuesta a las suyas, y se fue generando un clima de desconexión entre la dirección y los jugadores.

Es bastante común la distinción entre la motivación orientada al equipo y la motivación orientada a los resultados. Este caso de Doncic es un buen ejemplo de hasta qué punto pueden estar conectadas ambas. Los resultados del equipo han acabado siendo muy negativos respecto de años anteriores. No es raro que los cargos directivos oculten preferencias personales y pulsos de poder —que a menudo se resumen en la preocupación por perder el control ante figuras individuales demasiado dominantes— bajo la excusa de hacerlo todo por la organización y los resultados. Cuando justamente estos pasan por cuidar a esas personas que, por distintas razones, destacan.

Las empresas de producto digital suelen pasar por alto este cuidado, y por eso muchas veces se pierde tanto talento. A menudo sin que haga falta siquiera un traspaso.

2025 © Íñigo Medina